El discurso apertura en el Congreso, cuando algunos en la oposición esperaban que se asomara al Congreso con un discurso conciliador ante el fuerte traspié en el plan de vacunación, el presidente Alberto Fernández sorprendió a propios y extraños en la apertura del 139° período de sesiones ordinarias, apartándose de la moderación que cultivó desde el inicio de su gestión.
No sólo adelantó que denunciará en la Justicia al ex mandatario Mauricio Macri por el endeudamiento de 44 mil millones de dólares con el FMI, sino que además apostó a la confrontación directa en el recinto con el sector más “duro” de Juntos por el Cambio.
El objetivo no fue la coalición opositora. En la hora y cincuenta minutos que duró su discurso, el mandatario se enfocó en quien presidió el Poder Ejecutivo nacional entre 2015 y 2019. En Macri y en los llamados “halcones”, que pujan por ganar espacio en Juntos por el Cambio, en pleno año electoral. La disputa en el terreno discursivo y en el recinto fue con ellos.
La grieta
“Para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país, es necesario que endeudarse no sea gratis y que los responsables rindan cuentas de sus actos y dejen de circular impunes dando clases de economía en el país y en el mundo”, dijo el presidente, en uno de los tramos más encendidos de su alocución.
No dio nombres… Ni uno. No hacía falta. Todos, en el oficialismo y la oposición, sabían a quiénes se refería. A Macri, pero también a quienes comandaron las negociaciones con el FMI durante la administración de Cambiemos, el ex ministro de Economía Nicolás Dujovne y el ex secretario de Finanzas Luis Caputo, entre otros.
“He instruido a las autoridades pertinentes para que formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quienes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”, adelantó Alberto Fernández. Su anuncio le valió la crítica inmediata del interbloque opositor.
Los diputados macristas Fernando Iglesias y Waldo Wolff fueron los que más se destacaron al momento de dejar expuesto el malestar opositor.
El discurso apertura en el Congreso
El jefe de Estado machacó sobre el mismo tema una y otra vez, por si quedaban dudas de que apuntaba a Macri. “Una deuda tomada por un gobierno irresponsable que obtuvo un crédito otorgado en su favor por motivos absolutamente políticos, merece una revisión y un tratamiento adecuado a la hora de su renegociación”, agregó.
“Las opciones que se barajaron para abordar este tema fueron varias. El presidente escuchó a todos y finalmente optó por la de presentar una denuncia penal”, dijo a BAE Negocios un ministro que participó de la inauguración de sesiones ordinarias.
Algunos en la coalición opositora leyeron en las palabras del presidente un ataque a Macri y al ala “dura” de Juntos por el Cambio; no tanto así al sector de ese espacio que todavía busca tender puentes con el oficialismo aún con los comicios legislativos en el horizonte.
“Es un año electoral. Alberto se quiso meter en la interna de Juntos por el Cambio”, señaló de forma socarrona un diputado de la alianza opositora. Algo de eso quedó a la vista este mediodía en el recinto cuando el jefe de Estado mandó a callar a Iglesias ante sus griteríos. “Tuvo cuatro años para hablar. ¿Por qué no me deja hablar a mí, por favor?”, apuntó el mandatario, mientras la vicepresidenta Cristina Fernández lo intentaba calmar con una palmadita en el brazo.
La chicana politica que no fue ….
El escándalo por las irregularidades en el sistema de vacunación se transformó, como era de esperar, también en terreno de disputa entre el oficialismo y la oposición.
“Vacunar a los amigos es delito”, vociferó Wolff apenas el presidente se refirió al caso de los vacunados privilegiados y a los opositores que hablaron de “infectadura” y “acusaron penalmente” al Gobierno “por envenenar a la población” en plena pandemia del COVID-19.
“No llegué a la presidencia para ser sordo a las críticas bien intencionadas. Como tampoco llegué a la presidencia para dejarme aturdir por críticas maliciosas que responden a intereses inconfesables de poderes económicos concentrados, que en ocasiones buscan sembrar la fractura, la polarización y discordia entre el pueblo argentino”, afirmó Alberto Fernández, visiblemente molesto, ante la Asamblea Legislativa.
Aún cuando hay pandemia para rato, el pase de facturas del presidente al gobierno anterior y las chicanas opositoras en el comienzo del año legislativo adelantan lo que serán los próximos meses de cara a las elecciones.