En estos días que corren en los que la virtualidad constituye la nueva forma de vincularse con los otros y con el resto del mundo, las entrevistas por las redes sociales se convirtieron en un clásico. Como venimos observando desde,desde este ultimo tiempo, los distintos actores y protagonistas políticos de nuestro país eligieron el formato entrevista o charla como n modelo de comunicación y un formato ameno y efectivo para la transmisión de información. Lo viene haciendo Alberto en su aparición en diferentes programas televisivos o radiales y lo vienen haciendo también algunos de sus ministros.
Uno de ellos es Nicolás Trotta quien durante la tarde de ayer eligió el formato conversación por Instagram con el reconocido filósofo y divulgador cultural Darío Z. La charla, de alrededor de una hora y diez minutos, tuvo un inicio complicado dado por las fallas de conexión entre ambos (ya el domingo pasado Darío Z tuvo que suspender una prometedora conversación con Felipe Pigna por estas razones). Puede pensarse como una paradoja de estos días dada por el hecho de que los docentes estén buscando vincularse y seguir sosteniendo el sistema escolar por medios virtuales y que, por su parte, el ministro de Educación tuviera que vivenciar esta experiencia. Los espectadores, cual alumnos que le enseñan a su seño cómo encontrar las soluciones a los problemas tecnológicos, iban ayudando por medio de comentarios cuál podría ser la mejor manera de resolver los desperfectos que iban surgiendo.
Solucionados los inconvenientes técnicos, la charla comenzó con un análisis de Darío Z acerca de su mirada con respecto a la situación de pandemia y aislamiento actual. Muy interesante en sus apreciaciones, Sztajnszrajber reconoció ser pesimista con respecto a lo que vendrá cuando esto pase, haciendo hincapié en que su mayor temor se centra en el hecho de que lo individual dado por la importancia del cuidado personal devenga en un fin más que en un medio para enfrentar la peste, es decir que se profundice el interés del propio individuo y desaparezca la importancia de la mirada colectiva dentro de la sociedad.
Darío Z mencionó también las teorías que presuponen que las sociedades con mayor control disciplinario sobre los sujetos, y que tienden a ser autoritarias, son las que logran dominar las situaciones pandémicas haciendo alusión a lo gravísimo de las consecuencias sociales que esas medidas puedan acarrear. Luego de citar a Paul Preciado y a Emmanuel Lévinas entre otros así como agradecer haber sido convocado por el Ministerio de Educación para participar del proyecto de educación a través de los medios, Darío Z abrió camino al joven ministro para que pudiera expresarse.
Nicolás Trotta es un hombre mesurado al hablar, tiene un discurso apaciguado y tranquilo que conlleva seguridad y firmeza tanto en sus afirmaciones como en sus convicciones. Deja traslucir claramente cuáles son los ejes que lo guían en la manera de pensar y de decir. En su afán de inclusión, y al igual que en su manera de pensar las políticas educativas, Trotta habla para ser entendido por todas, todos y todes.
Citando a Naomi Klein y la teoría del shok quien toma el caso de Neva Orleans luego del huracán Katrina, Trotta hizo referencia a varios puntos interesantes dentro de esta situación de pandemia. Por un lado, la necesidad de considerar la salud como un eje ordenador y como prioridad al momento de pensar la agenda educativa. Mencionó las desigualdades dentro del sistema (recordando que ya venían desde los noventa con la creación de los barrios privados y que se profundizaron durante los últimos cuatro años) y por las cuales aquellos a los que se les llama “ni, ni” porque, según algunos, “ni estudian ni trabajan” deberían pasar a llamarse los “sin, sin” porque son quienes, en este momento, están sin estudio y sin trabajo debido a la falta de posibilidades.
Trotta mencionó, además, cómo muchas veces la agenda pública en general, y en educación en particular, es la agenda de la clase media que piensa la educación a partir de una cuota de un colegio privado pero que, a partir de estas situaciones, es necesario pensar en los comedores alimentarios de los sectores más vulnerables como parte necesaria de esta agenda.
Finalmente, Trotta habló de la importancia de repensar los organismos de integración para que“los espacios multilaterales no se transformen en herramienta de dominación colonial”.
Con una fuerte insistencia en la importancia de una mirada colectiva, Trotta se refirió al incierto panorama en torno a la vuelta de las clases presenciales: todavía no se sabe cómo va a ser el futuro cercano en Europa, es muy difícil saber cómo será acá.
La charla fue llegando a su fin con un breve intercambio acerca de fútbol dado por el hecho de que Trotta le preguntara a Darío Z qué extrañaba y qué sería lo primero en hacer luego de que todo esto pase a lo que el filósofo respondió: “Volver a la cancha” para finalizar con un deseo centrado en que “la pandemia golpee con menos fuerza a América Latina y África”, donde todavía no llegó y “que la sociedad sienta que estamos, que está el Estado, con equivocaciones, con aciertos pero estamos.” Y con el enorme deseo de que no se consolide una mirada individualista.
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