Simpatizantes del gobierno de Cambiemos se acercaron a la Casa Rosada para despedir a Mauricio Macri, quien atraviesa las últimas semanas de su mandato al frente de la presidencia Argentina. Con cantos contra el peronismo, insultos a periodistas opositores y manifestaciones contra el kirchnerismo, los militantes M se despidieron de su líder empresario.

Macri tuvo dos apariciones en el balcón de la Rosada, en la primera a las 19, junto a la primera dama Juliana Awada y, visiblemente emocionado, saludó con sus brazos en alto, con una bandera argentina y varias veces se llevó la mano al corazón, pese a que se señaló el lado derecho del pecho.
“Mauricio querido, el pueblo está contigo” repitieron desde la Plaza, mientras Macri respondía a viva voz, sin micrófono “Vamos”. Luego pidió un minuto y reapareció a las 19.15, esta vez con un mensaje a la multitud en el que dijo: “Tenemos que seguir más que nunca”.
“Decidimos cambiar porque queremos ser mejores; merecemos cambiar, trabajando juntos, dialogando; así vamos a construir la Argentina que queremos”, añadió.
Momentos previos a la presencia de Macri se abrieron las vallas que resguardan la Casa Rosada, lo que permitió a los manifestantes acercarse al edificio, luego se prendieron las luces del primer piso, se abrieron las puertas que dan al histórico balcón y se colocó una bandera argentina.
De inmediato se corrió la voz entre la multitud sobre la presencia de Macri, lo cual despertó la expectativa de los simpatizantes que, en su mayoría, llevaban banderas argentinas y coreaban incesantemente la clásica consigna de “Si, se puede”.
La movilización se había iniciado a las 17 en el Obelisco, desde donde la concentración marchó por Diagonal Norte hacia la Plaza de Mayo, bajo consignas como “Vamos a darla vuelta” y “Defendamos la República”.