La rumba de Mauricio
Schiaretti dejó al ganar la elección a gobernador en Córdoba, con el aporte kirchnerista que le dio el brillo de la contundencia, un discurso de tono peronista sin dejar de lado el recuerdo de los setenta, dejando entrever que iba a analizar el camino hacia octubre. Se anuncia en su entorno ahora una movida hacia Alternativa Federal, que lideró desde un principio Miguel Ángel Pichetto y contó con la adhesión de Urtubey, el guiño de Uñac y otros.
Macri hace anunciar en los actos de servicio periodísticos, que la semana que viene, tendrá dos reuniones con el Gringo de Córdoba, para acercar posiciones. Esos servicios, recuerdan para refrescar memorias y enredar a los protagonistas, el vínculo que une a Schiaretti con la familia Macri. Refrescan que el cordobés trabajó como exiliado en Fiat Brasil en momentos en que Mauricio era el jefe de la Fiat en Argentina (la cerró y echó a unos 6 mil trabajadores). El martes se verán las caras en el acto por los cien años de la Fiat en la Argentina. Schiaretti adelantó a los medios que con el hijo de Franco, hay “una relación institucional correcta, por un lado, y, por el otro, de confianza personal para decirle lo que pienso. Si me convoca y me consulta le doy mi opinión.” Exageró con su última reflexión, remarcó algo sobre la base de que ese encuentro es para el conjunto social, acto que goza de desconfianza colectiva. También el gobierno quiere acercar y dar consistencia a Alternativa Federal pero no ofrece fechas ni perspectivas de encuentros.
Risas y dólares
En gobierno parece que celebrar con risas y carcajadas ese suceso más la convocatoria a juicio oral a Cristina. Ellos sí confían en que, burlando las normas del Estado de Derecho hasta acostarlo, tienen un camino limpio. El problema es no chocar con la ley. El llamado al consenso a tres meses de las elecciones, saben ahora y ríen, se allana fuera de la ley y procurando que los adherentes, se fidelicen con ellos y el FMI. Todo en un mismo paquete.
Schiaretti irá la semana que viene a ver a Mauricio a Casa de Gobierno acompañándose con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz. Alardean en el entorno del gobernador cordobés, que es posible que se reúna además, con dirigentes de la CGT, que paran el próximo 29, cuando se cumplen 50 años del Cordobazo. En Córdoba, habrá alusiones oficiales a la fecha en que se produjo aquel hecho histórico. Hay que considerar que no está todo dicho porque, así como Schiaretti irá a Balcarce, en gobierno consideran que existe diálogo con el imprevisible Roberto Lavagna y consideran que como existe el diálogo con el pre candidato, que quieren pro, es posible convencerlo de que se acerque a dialogar con Mauricio. No habrá exigencias intelectuales o de sufridas paradojas, todos saben que con el hijo de Franco, no hay que prever fragores en ese terreno. Lavagna dijo por ahí, para ensayar una distancia en la que pocos creen, que hay funcionarios de Macri que no creen en acuerdos. Hacía referencia a Peña pero todos saben que Frigerio no es lo mismo. Con Massa adelantan en esos fueros, las cosas están cada vez más difíciles.
El lunes, en la reunión de los funcionarios de Macri, Vidal entre ellos, creen que luego de las definiciones que puede hacer Alternativa Federal, puede haber cercanías y acuerdos. La ilusión de muchos es en primer término alcanzar presuntos acuerdos electorales, luego, de mínima y más realista, piensan que el sector que impulsó Pichetto, salga a esmerilar al kirchnerismo. Y ahí ven el rol de Schiaretti que, con un triunfo contundente en mano, puede liderar acercamientos sean de un tipo u otro.
Se entusiasman con los pasos próximos de los gobernadores Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San Juan), Omar Gutiérrez (Neuquén), Domingo Peppo (Chaco), el ya mencionado Urtubey (Salta), Hugo Passalacqua (Misiones), de buena relación con Schiaretti, y Alberto Weretilneck de Río Negro, que saltó del progresismo “que sí que no” (un bostezo chachista de la Alianza del 2000) a un macrismo no explícito. Creen que pueden acercarlos al “consenso” y desde Alternativa Federal, recorten al peronismo kirchnerista. En secreto, temen que desde ese sector, tomen el rumbo de un acuerdo amplio peronista, que genere una fuerza de nuevo tipo que apuntale la candidatura de Cristina. “Hay que dormir con los ojos abiertos como las liebres”, propuso esta semana un dirigente cercano a Mauricio. No desconocen que Alternativa Federal nació bajo la luz oficial y esa energía decae con los días y el hambre. Schiaretti puede ayudarlos pues tiene lo que ellos carecen: liderazgo y un triunfo presente sin discusión.
La idea de Durán Barba, que viajó al extranjero para salir del rechazo que le propinan los propios de Cambiemos, es que Macri no se muestre con ellos. El gran jefe, como si fuera Al Capone, no se saca fotos públicas. Exige que los otros, salgan a expresarse en favor del consenso en público para de algún modo, arrodillarlos ante el autoritarismo sin ley que lo promueve.
El Gringo estadista
Schiaretti va a ensayar con Alternativa Federal y tal vez acerque a otras fuerzas, como el socialismo de Santa Fe (que va en camino de perder en su tierra), el GEN de Margarita Stolizer, una fuerza de presión mediática sin votos y girando a la derecha de modo sorprendente, y tal vez referentes de la diáspora radical. Esa camino vale si hay muchos votos en la bolsa, y eso en esa construcción está en duda.
La semana entrante, Macri hará que lleguen a Balcarce Miguel Ángel Pichetto, a quien no le cuesta trajinar despachos oficiales, Juan Manuel Urtubey y si es posible, Massa. Pichetto es referente con capacidad de entrega, carece de votos y de capacidad dramatúrgica para ganar un voto en sus incursiones televisivas, pero logra convencer a otros caídos de la consideración popular. Además, presenta una dosis de odio que hace causa común con ese ingrediente, natural a Cambiemos.
Schiaretti, ganador en ejercicio en estos días, no cierra puertas. Conversa, analiza fiel a su estilo provinciano, cansino y reflexivo. La política tiene mucho de dramaturgia y se trata de subir al escenario para saber que allí cada paso tendrá una interpretación por parte de los otros. “La vida es una obra teatral que no importa cuánto haya durado, sino lo bien que haya sido representada”, explicó Seneca. Entre nosotros, la representación correcta se traduce en votos. La fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, habilita a pensar que el peronismo es un movimiento en donde, lo único permanente, es precisamente, el movimiento.
Fuente: InfoBaires