Un veto a la ordenanza implicaría que los puesteros deban abandonar el parque el próximo 31 de diciembre, dado que para insistir con su promulgación se necesitan 2/3 partes del cuerpo, cosa que hoy la postura a favor de los comerciantes no tiene.
Sin embargo, tras la llegada de la ordenanza hay posiciones divididas internamente en el municipio sobre que se debe hacer.
Fuentes municipales confirmaron que hay funcionarios que prefieren dar lugar a lo que sancionó el Concejo Deliberante y abrir otro frente de conflicto sobre el fin de año preelectoral. Y es que se espera que llegada la época de fiestas, manteros y vendedores ambulantes vuelvan a insistir en el reclamo de ocupar las peatonales en la fecha.
Ya en las últimas semanas se pudieron observar a manteros en la zona, y desde la Municipalidad alegan que la falta de colaboración de la Policía es lo que permite la llegada de los ambulantes, por lo que se espera que se intensifiquen los controles municipales.
En el sector se trabaja en el análisis de la ordenanza, dado que si la intendenta decide dejar que se promulgue, hay un artículo de la ordenanza que permite que de igual manera se desaloje a aquellas personas que se encuentran realizando actividades de venta no autorizadas, aquellos que presenten deudas por el uso del espacio público, los puestos cuyo titular no coincida con el registro del municipio y aquellas personas que se encuentren en el lugar y no estén debidamente registradas.
Si Romero veta la ordenanza, fuentes de la dirección confirmaron que se está trabajando en un plan de contingencia para contener a aquellos comerciantes que se encuentren al día con los pagos para reubicarlos.
Una de las opciones a barajar es la terminal, y se proyectan distintas áreas para evaluar la circulación de personas que aseguren un circuito de venta. Esta medida es pensada en el marco de generar que haya menos resistencia en el sector si es que la opción del desalojo se hace realidad.