“Queremos la presencialidad, pero en condiciones”, señaló Mabel Álvarez, secretaria general de ATE.
Semanas atrás, la Intergremial de la que también forma parte UPCN, ADP, SADOP, AMET y CTA, solicitaron al Gobierno provincial que suspenda las clases presenciales por los efectos de la segunda ola de contagios de COVID-19, pero no fue hasta que Nación emitió un DNU que las clases se suspendieron por tres días.
“Nos hemos estado comunicando con miembros de la cartera educativa y nos han manifestado que este retorno a la presencialidad va a ser focalizado y que se va a garantizar la no presencialidad en los establecimientos en donde no haya garantías sanitarias, edilicias o de recurso humano. Donde no hayan garantías se van a suspender las clases presenciales y los docentes van a seguir con la virtualidad”, explicó Álvarez.
Detectamos falencias que vienen desde años como el de los baños, la falta de agua y de insumos de bioseguridad. Hemos hablado con Gonzalo Pellegrini (secretario de Administración y Control de Procedimientos) que nos mostró el presupuesto y como trabajan, pero es insuficiente. Hay muchas cuestiones por mejorar”, indicó la gremialista.