Un equipo de científicos publicó en la revista The Lancet una recopilación de los diez argumentos científicos que sostienen la existencia de los “aerosoles” (nebulosa invisible que las personas exhalan al hablar, cantar o gritar) como un factor importante de contagios del coronavirus.
Según el Informe
1- Eventos de superpropagación
– Eventos y situaciones donde muchas personas se infectan en un mismo espacio, se considera que son las principales impulsoras de la pandemia (por eso ahora se pide mantener corrientes de aire cruzadas). Los análisis detallados de los comportamientos e interacciones humanas, el tamaño de las habitaciones, la ventilación.
2- Contagio de largo alcance
– Nueva Zelanda documentó un contagio entre dos personas que no llegaron a cruzarse siquiera, provocado por la mala ventilación en un hotel con personas en cuarentena.
3- Transmisión sin síntomas o presintomática
– El papel determinante que tienen quienes contagian sin síntomas apoya “un modo de transmisión predominantemente aéreo”, según estos científicos, porque “las mediciones directas muestran que hablar produce miles de partículas de aerosol y pocas gotas grandes”
4- Interiores
– Desde el comienzo de la pandemia se sabe que los lugares cerrados son unas veinte veces más proclives a producir contagios que los exteriores. Y que el riesgo se reduce notablemente con la ventilación en los interiores, lo que sugiere la existencia de una ruta de transmisión aérea, que se disuelve con aire en circulación.
5- Infecciones en hospitales
– Los contagios en centros médicos, donde se aplican estrictas precauciones frente al contacto directo y las gotitas grandes, pero no tanto frente al contagio por partículas microscópicas en suspensión que pueden inhalarse.
6- Se ha detectado en el aire.
– En experimentos se consiguió determinar que el SARS-CoV-2 permaneció infeccioso en el aire hasta tres horas y a cinco metros de un paciente, pero hay otros estudios que no lograron capturar muestras aéreas que puedan cultivarse, es decir, que muestren capacidad de contagiar.
7- Rastros en filtros de aire
– Los científicos encontraron trazas del coronavirus en sistemas de aire acondicionado o tuberías de edificios, “lugares a los que solo se podía llegar mediante aerosoles”.
8- Animales enjaulados
– Varios estudios probaron contagios entre hurones y otros animales que estaban en jaulas separadas y que solo pueden explicarse mediante transmisión aérea.
9- Dudas y carga viral
– Los firmantes del artículo admiten aquí otro talón de Aquiles: que muchas personas no se contagian tras compartir aire con personas infectadas como sí sucede con otras enfermedades más contagiosas por el aire, como el sarampión. “Esta situación podría explicarse por una combinación de factores”, según justificaron vinculando estos casos a la diferente carga viral de las personas y las condiciones ambientales.
10- Otras vías de transmisión
– Este grupo señala que hay evidencia más limitada sobre las otras dos vías posibles de contagio: las gotitas respiratorias y el contacto con superficies. Todos los organismos sanitarios reconocen ya que esta última, tocar objetos contaminados, es un factor de contagio raro por no decir muy improbable.