Si hay un tema resuelto y que genera consenso es que, en la aritmética de la política, hoy al gobierno sumar no le representa subir en los números electorales.
Escribe Julián Andreu
Si hay un tema resuelto y que genera consenso es que, en la aritmética de la política, hoy al gobierno sumar no le representa subir en los números electorales.
Dentro de la coalición se quedarían sin lugar para las boinas, me refiero a los radicales, identificados con sus boinas blancas. Ya se diseña una campaña desde las usinas PRO y estaría casi confirmada en los hechos: la fórmula sería amarilla pura, una idea que prima por sobre las demás. Si hablamos de idea y diseño de campaña, no podemos dejar de mencionar que el cerebro detrás es Marcos Peña.
Tengo que volver sobre mis pasos y otra vez: Mauricio Macri no tiene alternativa, es la Casa Rosada o la cárcel. No fue casualidad la muestra de ir a fondo con sus aliados, mostrarse con Stornelli en un acto público. Si para muestra hace falta un botón, esto es, diría, una botonería completa.
Pudimos leer muchas líneas y editoriales, que hoy las hay también, donde se escudriña una jugada ya obturada por el propio Macri, buscar una candidatura única a gobernadora en la cabeza de Vidal y dos listas a presidente. Se la bautizó como operación “Y”. Sería con la lista de Cambiemos y una que podría ser la de Alternativa Federal.
Esto supondría darle los votos que necesita Vidal para quedarse con la gobernación, ya que no hay ballotage en tierras bonaerenses.
Esta operación “Y” sería, en ajedrez, matar al rey para que viva la dama.
No es desconocida la animosidad del jefe de gabinete Marcos Peña contra la gobernadora. Recordemos, para darle entidad a estas versiones, que dos alfiles del riñon vidalista fueron descabezados: María Fernanda Inza y Manuel Mosca, que además de costarle al oficialismo el control de la cámara de diputados de la provincia, se llevó puesta la candidatura de Gladys González, esposa de Mosca, a la intendencia de Avellaneda. Ambas embestidas tienen nombre y apellido: Marcos Peña.
Muestras de debilidad
La semana empezó con la convención radical y terminó con la convención del Frente Renovador. La primera, en la que debería haber fijado su atención el gobierno, la ninguneó. Y la segunda, a la que no le debió dar importancia, lo dejó en pánico.
Los escenarios provinciales de continuas derrotas le van marcando el camino a octubre. El encuestador exclusivo de Duran Barba, el español Zapata, un desconocido por ahora ya que solo se le conoce el nombre, le hizo llegar su última encuesta donde los números confirmarían la tendencia que marcan las provincias. La derrota sería hoy inevitable, si no hay un cambio de estrategia.
Las jugadas en carpeta, sean ciertas o solo operaciones, no le reportarían demasiados cambios a favor al oficialismo.
En el terreno de las hipótesis, si subiesen a Vidal a la fórmula presidencial como vice, no significaría un cambio mayúsculo. La aritmética y la política casi nunca son compatibles. Lo mismo sería como candidata a presidenta, dejaría huérfano un caudal de votos que se sostiene con Vidal en la provincia de Buenos Aires.
Si cerrasen con Alternativa Federal, o lo que quedara de ese armado, sería sin Massa en el escenario, ya que cerró definitivamente la puerta en su discurso del jueves en Parque Norte. Ese mínimo porcentaje de voto peronista, no k y no M que tendría Alternativa Federal, se diluiría. Nuevamente la aritmética le es esquiva. Además siempre hay ambulancias dispuestas a recoger heridos que quedan luego de los armados, y esta no sería una excepción.
En todas las roscas que se arman, siempre se busca apuntalar al alicaído Macri. Si es por subir a Vidal a la fórmula o si es por la llamada operación “Y”, todas sin excepción muestran una debilidad en el candidato oficialista.
A ningún presidente con la posibilidad de reelección se lo ponía en duda. hoy parecería normal lo que en realidad no lo era desde el ’83 para acá.
La figu difícil
¿Es Sergio Massa la figu difícil a conseguir? Si es por su manera de venderse, pareciera que sí lo es. En el espacio que representa Cristina son múltiples las voces que se escuchan en contra de llegar a un arreglo con el tigrense. No son pocos los que vociferan “Massa no trae nada”; otros en cambio, frente a la posibilidad de cuatro años más de Macri, piden acuerdo con cualquiera y esto engloba al espacio massista.
Las dudas son en torno a lo que trae el ex jefe de gabinete Sergio Tomás Massa. En la provincia de Buenos Aires, el armado que lo llevó como candidato a presidente en el 2015, con Felipe Solá a la gobernación, obtuvo unos dos millones de votos. Gracias a ese número de votantes mantiene una lista de concejales, diputados provinciales y 8 intendentes, que no es poco. Se escuchó insistentemente durante estos años del gobierno de Vidal que cogobernaba con el Frente Renovador. Nadie cede semejante espacio de poder a alguien que no tiene nada.
En política a veces es mucho más valioso el cómo un dirigente se vende y cómo el electorado lo compra, pagando precios demasiados altos cuando el valor a veces no es tal. Se puede estar de acuerdo o no, pero la única verdad es la realidad y ésta hoy dice que todos quieren tener la figurita difícil en su álbum.
Fuente: Hamartia