Las elecciones de constituyentes en Chile rediseñaron un nuevo mapa político en el que la derecha -a cargo del Gobierno- fue la gran perdedora a manos de candidatos independientes.
Een tanto la centroizquierda e izquierda lograron una interesante presencia de delegados que -si se coordina- les otorgará poder dentro del cuerpo que tendrá la misión de elaborar una nueva Constitución.
El principal impacto negativo se la llevó la coalición oficialista Vamos por Chile, que obtuvo apenas 21% de los constituyentes (38) y no logró llegar al tercio que necesitaba para ser el principal bloque dentro de la Convención Constituyente, lo cual le habría conferido poder de veto.
Marcelo Mella Polanco, politólogo de la Universidad de Santiago de Chile, evaluó ante una consulta de Télam que esta “caída estrepitosa del Gobierno y de la derecha” deja al bloque oficialista fuera de todo control de la Constituyente “si los distintos bloques de izquierda logran coordinar propuestas”.
El académico razonó que esta pérdida del voto en el sector conservador “se explica en buena medida como el costo del estallido social y mal manejo del Gobierno de la crisis sanitaria por la pandemia”.