El actor escocés que interpretó al agente 007 en la primera versión cinematográfica, en el 2003 finalizo ya su carrera después de más de 50 películas y vive feliz alejado de los focos
La vida del que fue considerado “el mejor James Bond de todos los tiempos” comenzó en un humilde barrio de Edimburgo, un 25 de agosto hace hoy noventa años, Thomas Sean Connery.
Desde pequeño inquieto y buscavidas
Le encantaba jugar al fútbol, boxear y sumó una disciplina poco conocida: el fìsicoculturismo. En unos meses logró un cuerpo digno de ser esculpido tanto que consiguió probar como modelo, posaba desnudo por 15 chelines en una academia de arte. Fue en esa época -1953-que se presentó al concurso de Mister Universo en Londres. No ganó ni perdió: quedó tercero.

En el largo camino de sumar economicamente a la familia. Otra vez desempleado, pero con brazos fuertes, un amigo lo recomendó como tramoyista en el King’s Theatre. Entre bastidores descubrió que ese mundo era su mundo. Por eso, cuando dos años después lo quisieron reclutar para el Manchester United dijo “no”, pero cuando le ofrecieron trabajar de extra en la obra Sixty Glorious Years dijo “sí”. No solo colgó los botines, abandonó el Tommy para convertirse en Sean Connery

A comienzos de este siglo decidió que era mejor una retirada digna que una permanencia patética y jubiló su vida de actor. En 2007 oficializó su retiro en con un argumento contundente:
“Me cansé de tratar con idiotas. En Hollywood es cada vez más grande la brecha entre los que saben hacer películas y los que las financian”.
Sean Connery

Coherente con lo que fue en la actuacion, se retiro en su justo momento. Una gran vida para este retiro merecido.