Advierten que la llegada de la segunda ola de COVID-19 tapará el sistema sanitario privado.
“Así no podemos afrontarla”, aseveró Mariano Gutiérrez, de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Salta (Aclisasa). Pero, como todo lo que tiene que ver con el sistema de salud, es complejo y tiene varios factores.
Mientras tanto, las clínicas se organizan para buscar soluciones y llegar mejor a la segunda ola. Algunas sacarán una solicitada en los próximos días y otras ya le pidieron una reunión al gobernador Gustavo Sáenz.
Uno de los factores que lleva a esta situación es el alto costo de los insumos médicos. Las clínicas quedan entrampadas entre la especulación de los laboratorios, que aumentaron hasta por mil algunos medicamentos, y las obras sociales, que se niegan a pagar esos costos. Así las cosas, la reposición de insumos es cada vez más dificultosa.
Remedios y algunas realidades
Desde Aclisasa advirtieron que, por ejemplo, el midasolan, un anestésico, que un paciente intubado suele consumir de 20 a 40 diarios, pasó de estar a 40 pesos cada ampolla en febrero del año pasado, a $1.400 en la actualidad.
Bernardo Biella, gerente de la clínica Virgen de Urkupiña, sumó su testimonio sobre lo que sucede en el caso de la clínica que administra: “Veníamos gastando 130 a 150 mil pesos en oxígeno y pasamos a $700 mil”, indicó. A la especulación de precios se le suma el problema con las obras sociales que se niegan a financiar estos costos: “La obra social reconocía 10 litros de oxígeno por día por paciente, pero gastábamos 23. Algunas obras sociales no reconocían el kit de seguridad de salud” entre otras cosas.
Por otro lado también criticó que se pide contar con la misma cantidad de empleados que el año pasado, sin tener en cuenta las situaciones que van surgiendo.
Mientras esperan así la reunión pedida al gobernador.