‘Cangrejo negro’ es un thriller post-apocalíptico notable durante sus primeros 75-80 minutos -la verdad es que la película podría haberse acabado ahí y yo estaría encantado. Obviamente, transmitiría una idea diferente-. Es verdad que muchos de sus personajes no van más allá de lo accesorio y que en términos argumentales acaba resultando más familiar de lo deseable, pero tiene mucha más fuerza visual de lo habitual en las producciones de Netflix y Rapace lidera con solvencia la película en los apartados dramáticos.
El problema está en la casilla de llegada, donde se busca elevar el impacto dramático y se pincha en hueso. No llega a ser algo ridículo como lo que sucedía en el caso de ‘Madre/Androide’, pero todo resulta mucho más obvio. Ahí la película pedía elevar el ímpetu y llevar hasta las últimas consecuencias esos efectivos conatos de violencia que había dispersos a lo largo del relato, pero se confía todo a un golpe emocional efectivo cuando llega pero insatisfactorio en lo que siente como un preámbulo demasiado extenso.