noviembre30 , 2023

Absolvieron a Vargas y Cajal Gauffín por el brutal crimen de Jimena Salas en Vaqueros

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Con este fallo, pese a que se aplicó por el beneficio de la duda, la actuación de los tres fiscales designados por el Procurador General Abel Cornejo para mandar tras las rejas al viudo y el vendedor ambulante, resultó en un total fracaso.

La derrota, sin embargo y lejos de enrostrárselas a los fiscales, fue adjudicada directamente a Cornejo, quien fue sindicado por uno de los defensores como el único responsable de la acusación que, más allá de haber privado a Vargas de su libertad por casi dos años, demandó una gran cantidad de gasto público y desgaste institucional.

Previo al fallo, el juicio se reanudó con el tiempo asignado a las réplicas de los fiscales, sector que presentó una ausencia, la del fiscal Gustavo Torres Rubelt, quien fue reportado como enfermo; aunque fuentes judiciales de la Procuración dejaron entrever que le “bajaron el pulgar”.

Los que sí estuvieron presentes fueron los fiscales Ramiro Ramos Ossorio Ana Inés Salinas Odorisio, quienes hicieron un gran esfuerzo por revertir la mala imagen dejada en los alegatos, pero la segunda chance no alcanzó y, tras la lectura del veredicto, prácticamente huyeron de la sala de audiencias.

Un abrazo

Del sector opuesto, en tanto, los defensores Pedro Arancibia, por Cajal Gauffín, su tío, Marcelo Arancibia, quien dirigió la defensa de Vargas junto a sus colegas Luciano Romano y Marcos Rubinovich, se fundieron en un abrazo con sus clientes, quienes se marcharon de Ciudad Judicial inocentes de toda culpa.

La felicidad de Vargas, y la de sus familiares, por supuesto fue superior, pues el vendedor ambulante se marchó sin esposas ni custodia policial. Es que el hasta ayer acusado estuvo detenido desde el 10 de junio de 2019, primero sindicado como sicario y luego como partícipe secundario del delito de homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y por precio o remuneración, acusación con la que llegó a juicio.

En los alegatos, en tanto, el fiscal Ramos Ossorio quitó el último agravante para reemplazarlo por el de criminis causa, a la vez que agregaron el de femicidio no vincular, calificación que a la hora de las pruebas hizo agua por todos lados.
En la réplica, Ramos Ossorio, como nunca antes, se mostró dubitativo e incluso, en algunos tramos, se advirtió cierta dificultad para construir algunas frases, las cuales apuntaron casi exclusivamente a responder a los defensores que ratificar la acusación contra Vargas.

Trató de congraciarse con los jueces, y con ello, justificar la falta de sustento jurídico de su parte a la acusación contra el vendedor ambulante en su alegato, tras lo cual insistió, casi con los mismos latiguillos, con la presencia de Vargas en el barrio San Nicolás, para luego volver sobre el “señor del perro”.

Posteriormente, Salinas Odorisio, tomó el tiempo y en la funcionaria se notó un mayor sangrado, pues apuntó directamente a defender al jefe de los fiscales, con frases que salieron resquebrajadas producto del nerviosismo, algo que no pasó desapercibido. Como su colega, volvió a caer en un relato de las mismas pruebas, ya rebatidas por la defensa de Cajal Gauffín, quien había llegado a juicio como encubridor del crimen de su esposa, acusación que tampoco pudo ser probada por la fiscalía.

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