En Septiembre de 1969 Jim Morrison, Ray Manzarek, Robbie Krieger y John Densmore iniciaban las grabaciones de lo que sería su 5to trabajo discográfico. Curiosamente, The Doors no estaba en su mejor momento, en Julio de ese mismo año habían publicado The Soft Parade, su cuarto disco, y el publico y la crítica en general no los había favorecido, debido a que dicho álbum se alejo de la faceta psicodélica de sus primeros trabajos y sonaba mas pop, y es algo un poco extraño si lo consideramos hoy en día, ya que canciones como “Touch Me” se han convertido en clásicos de la banda. Además el comportamiento de Morrison no ayudaba en nada a la banda, ya que las autoridades y los grupos conservadores acusaban a “El Rey Lagarto” de alterar el orden público y ser un mal ejemplo para los jóvenes norteamericanos.
Pero entrando en materia, para The Doors solo había dos opciones; continuar bajo la línea del pop experimental del The Soft Parade, o reivindicar el camino. Sí, tomaron la segunda y el 9 de Febrero de 1970 publicaron Morrison Hotel, un disco alimentado desde la particular esencia poética de Morrison, con una sonido tradicional de el Rock’n’roll y el blues estadounidense, el clásico The Door estaba de vuelta.
Algo que no muchos saben es que en este disco es donde más fue notorio que la voz de Jim había perdido potencia debido al abuso de sustancias y alcohol, sin embargo la producción de Paul A. Rotchil matizo dicho problema, aumentando el espectro de sonido en la guitarra de Krieger y suavizando los teclados de Manarek para disimular esta carencia de voz.
Para terminar, en Morrison Hotel ,The Doors apostó por recoger las raíces del blues y combinarlas con un poco de todo lo que hizo en su carrera y resultó ser una obra de proporciones, aclamada por la crítica especializada, tanto de aquellos años como hasta el día de hoy, Si tuviéramos que comparar, sería algo así como el “Let it Be” de The Beatles por hacer un ejemplo, un disco en épocas y momentos complicados dentro de una banda, pero que resultó ser tan bueno al punto de ser considerado mágico, inmortal e imprescindible en la biblioteca de cualquier amante de la música.
Curiosidades
La mítica portada fue tomada en el centro de Los Angeles , en el 1246 de la calle South Hope, y no era precisamente un Hotel, mas bien era un albergue de paso para personas sin hogar.
“Era un albergue para vagabundos. Un Hotel para huéspedes de paso. Entramos y le pregunté al tipo de la recepción que si podíamos sacar fotos en el lugar. Él me dijo “No, no pueden”. Así que salimos y les iba a sacar la foto en frente de la ventana, cuando vi al tipo dejar la recepción y entrar al ascensor. Les dije “¡Rápido!, ¡Entren ahí!. Se metieron corriendo, se pusieron en posiciones y yo comencé a tomar fotos como loco. Saqué exactamente un rollo y después nos largamos” .- Henry Diltz, fotógrafo.